sábado, 27 de noviembre de 2010

Bullying

La semana pasada, en el centro de estudios contiguo a donde yo trabajo sucedió una desagradable escena pública de acoso escolar. Al parecer, varias alumnas agredieron físicamente a una tercera por la envidia que le tenían, simplemente porque era muy atractiva y traía a todos los chicos locos. La agresión, por lo visto, llegó al punto de que llegaron a arrancarle un lóbulo de la oreja al estirar del pendiente.

A partir de aquí, los profesores se metieron en el corro que se formó, separaron la pelea, se abre un expediente, etc. El resto de la historia la desconozco, a excepción de los grupos de gente "chunga" y la no corriente cantidad de padres deseosos de recoger a sus chicos en el coche que nos encontramos en la puerta los siguientes días de la pelea, siempre, bajo la vigilancia de una patrulla de la policía local.

De toda la vida ha habido peleas en los centros, lo que me preocupa es que ante esa pelea se formó un corro de alumnos que alentaba a grito pelado la agresión. En mis tiempos, ni en los de mi padres creo que esto hubiera ocurrido, el típico corro de gente que se forma quizás sí, pero alguien siempre entra al rescate, o por lo menos miran (cobardes) estupefactos la pelea. Pero no anima y se recrea con ello, en otros tiempos, la pelea no habría llegado a más. Creo que esa es una vital diferencia entre los chicos de ahora, y nosotros, cuando lo éramos.

2 comentarios:

  1. la tipografía de tu blog es difícil de visualizar en algunos navegadores, tal vez convenga utilizar algunas letras más gruesas.

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  2. Espero que ahora la puedas leer mejor...

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